lunes, 3 de enero de 2011

Defecto

Y es que cada candado sólo abre con una llave. Los mismos 60 segundos que siempre forman el mismo minuto, y para vos los días siguen siendo algo tan complicado... Y las noches, de ese tiempo que lo hago yo, de esas en que las horas son hechas de segundos desordenados que sólamente nos hacen perder la noción del tiempo y contar mis afectos hacia vos como si fueran minutos de una hora perfecta. Ni hablar que ya deberíamos ponerle nuevo nombre a esa nuestra hora, a nuestro tiempo infinito... No sé ni de entradas ni de salidas, menos relaciones de espacio- tiempo, es como si solo pudiera escuchar todo en segundo plano y tus gemidos siempre tener el primero, como si el único dialecto que entiendo es el de la música de tus dedos y las caricias de tus pensamientos, obviando por completo el ruido insoportable de las palabras de los demás, que creen vivir en nuestro mismo mundo, más no saben que en realidad sólo existimos cuando estamos el uno, con el otro. Me ahoga respirar el espacio que hay entre los dos, porque solo tengo aire y energías para vos, y francamente no pienso salir de ese estado de placer asfixiante donde te has preocupado por mantenerme.. Y de donde no quiero salir, donde el único defecto es el castigo de ser final y comienzo.. Al mismo tiempo

 
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